Y cuando vuelva a ser lunes y yo tenga ojeras violetas, podrías adivinar pero no acertarías.
Y será domingo un miércoles y toda la semana. No lo entenderías.
Llorar el vino, no tener semillas. Los días pasan y mis ojos se vuelven uvas.
De tanto llorar, los volvimos pasas. Te espero. Siempre espero más.
Y será lunes, y mis ojeras serán violetas, y es que me arranqué las pasas de uvas que dejaste hace más de un año, pero se volvieron manchas, y las manchas de vino no salen con nada.
Son mi tatuaje de vos, ese que tanto me pedías.
Ya no sale con na-da.