sábado, 11 de febrero de 2012

Gato - Diamante - Felicidad.

Gato de ojos miel. Felino hasta en su hablar. Celoso, desleal.
Después de vos vino el Diamante, mi más hermosa posesión, mi pieza única, su dureza infinita.
La armonía nunca fue una regla. El Diamante conmigo adentro, se quiebra.
Se rompe. Yo me rompo.
Quién pensaría que en el interior del Diamante, no sólo estaba yo.
Encerrada en un rombo, lejos, está la Felicidad. Y ahora es sólo mía.
Y el Gato está solo por su deslealtad, y el Diamante roto por tanto gritar.
Y ahora la Felicidad es sólo mía.