miércoles, 28 de septiembre de 2011

Caer de pie

Soy un gato. Caigo de pie.
Siempre tengo suerte,
aunque me quejo de lo contrario.

Estuve rota,
lastimada,
inmóvil,
acuchillada,
deprimida,
y me levanté igual.

Siempre me levanté. 

Ahora entiendo que
si lo hice,
no fue por la insistencia
de los amigos,
ni por la tristeza de mi familia,
me levanté por mí.

Para no seguir en el suelo
y más abajo. 
Para no darte el gusto de
verme sufrir.
Para vivir.

Si me levanté antes fue por mi.
Ahora es por los dos. 

Menos mal que nunca me dejé, 
aunque me dejé, 
pisar de manera tal que
no pudiera seguir en pie.

Menos mal que algo en mí
todavía funcionaba.
Ahora entiendo que fue
para cuidar de los dos.


De pie. Aunque me caiga. Siempre caigo de pie.

martes, 27 de septiembre de 2011

domingo, 18 de septiembre de 2011

El espejo

Mil veces me miré al espejo y vi a alguien que no me gustaba. 
Alguien que me daba lástima, y hasta asco por momentos. 
Alguien que miraba y no era yo. O si, era yo. Y por eso me pasaban esas cosas.

Cuando se fue y nos dejó no podía ni mirarme.
Fue de las cosas más difíciles que me tocó aceptar y superar. 
No me cabía en la cabeza cómo A MI me pasó algo así,
cómo él reaccionó de esa manera, cómo no le importaba.

Si bien no lo termino de superar y todavía no lo entiendo, 
lo acepté. Sencillamente no le interesa. Ya está, es así, no va a cambiar. 
Y por más lágrimas que llore o lo triste que me ponga, no puedo volver
el tiempo atrás y evitarnos el dolor que nos causamos.

Estamos solos. Lo pienso y si, es triste. No debería ser así.
Pero tengo esa fuerza, que no sé de dónde sale, que siempre me sacó de los peores pozos, que si bien toqué fondo, no me hundió ni me enterró, siempre pude salir. 

Y ahora él. El ser más importante de mi vida. La persona por la que me emociono y por la que peleo y a la que defendería con mi vida. Lo defiendo con mi vida. Porque si alguien intenta lastimarlo, ese alguien va a salir lastimado. Porque Facundo no nació y ya es muy amado, y yo y todos los que lo amamos no lo vamos a permitir. 
Porque él todavía no puede defenderse, pero no me cabe dudas de que va a ser un león. Un felino en cuerpo humano, como yo, que me siento pantera algunas veces. Y ahora Facundo es parte de la fuerza que siempre me levantó. Él es toda mi fuerza para evitarnos el dolor.

Ahora me miro al espejo y es extraño. Estoy orgullosa. Estoy feliz. Estoy ansiosa. Estoy expectante. Estoy esperando a mi hijo. No hay palabras para describir lo hermoso que es.

Ahora el espejo me perdonó. O yo me perdoné. O nos dimos una tregua. El espejo me muestra belleza y veo en mis ojos algo que no tenía y que todavía no puedo saber qué es. Quizás es él. O que yo ya acepté que soy una persona nueva, que otra vida me espera, que yo tomé esa decisión y me encanta. 


El espejo a veces nos ama y a veces nos odia. Y justamente porque es un espejo. Nuestro reflejo es una realidad, que se dé vuelta depende justamente de uno mismo. 

lunes, 12 de septiembre de 2011

Debería mandarte a la mierda y todavía no entiendo porqué no lo hago

Otra vez la necesidad (?)
de sentirme
tuya y de nadie más.
Y usada.
Y no valorada.
¿Y tener que volver sola a mi casa?
Ok, acepto que el valor de mí misma 
varía
dependiendo de mi humor,
no es
e n o r m e
pero un mínimo de 
RESPETO
te pido. 
No es caballerosidad,
ni te pido que seas 
correcto (porque sé que no lo sos y no me importa) 
PEEEERO
si voy a verte,
así, como estoy,
acompañame al volver. Mínimo. 

Después de todo, 
fuiste VOS el que me buscó
OOOOOTRA VEZ.
Yo decidí dejarte
volver
a formar
parte
(muy pequeña, pero parte al fin)
de mi vida.

Y estás por salir de ella de nuevo, 
porque no cambió nada
ni tampoco va a cambiar.
Es como años atrás.

Yo quería que seamos amigos. 
Ni eso se puede. 
Mis amigos varones 
no son TAN desatentos (y eso que son pocos 
y no son el monumento a la atención).
Ni eso se puede con vos.
Lástima.
Yo te quise y te quiero. Y sobre todo, te respeto.

Después de todo,
lo que me hiciste vivir 
y sufrir
y morir
Aún así.

martes, 6 de septiembre de 2011

Los ojos

Siempre, pero siempre me interesaron los ojos de las personas.
Hay formas, colores, brillos, miradas que son tan únicas de cada ser.
Admiro especialmente los ojos color miel. Creo que al no ser ni verdes ni marrones, no son claros ni oscuros y por eso me resultan tan bellos. No están definidos, de alguna manera.
Y los ojos gr a a a n d e s. No ojos de huevos duros, sino grandes, pero con esa expresión gatuna que algunos ojos tienen. A veces también ojos redondos pero con alguna forma que los haga especial para mí (que puede no resultar especial para los demás).
Cuando hablé de brillo me refería a ojos vivos, alegres o apagados, que de alguna manera me atraen como moscas a la miel. (Ya nombré la miel dos veces, alerta) Es dificil definirlos... Son muy particulares. Porque quizás a otro no le dicen nada y a mi si, o al revés.
Hasta ahora, dos pares de ojos me dejaron sin habla. Unos miel felinos, grandes pero no exageradamente grandes, de pestañas muchas y oscuras. Bellísimos. Y unos marrones redondos, grandes, con un color hermoso que me encantaría que Facundo herede. Muy expresivos. En esos ojos marrones vi   T O D O.
Y la mirada de los ojos. ¡No hay nada más expresivo que los ojos! Las mentiras y las verdades están ahí todas. Todos los sentimientos, los gustos, disgustos, las broncas, los placeres. Todo.
Todo lo que nos pasa o sentimos. No hay forma de ocultárselo a los ojos, no hay forma de no demostrarlo. Somos ojos. Todo ojos.
El día que los ojos dejen de resultarme asombrosos, voy a empezar a sospechar de los míos. Seguro estén comenzando a comportarse como unos resentidos...

lunes, 5 de septiembre de 2011

No quiero matarte, pero si me obligas...

Tener 19 años y enamorarse no es tan terrible.
Lo terrible es que ese amor tan fuerte no sea correspondido.
Lo terrible es que esa persona no te aprecie. Que te mienta, que te cree falsas expectativas.
Y lo terrible es no darse cuenta por estar enamorada...

Los años pasan y los sentimientos que alguna vez tuvimos por esa gente
se van.
Están, pero menos. 
Como el alcohol, que si lo dejás destapado se pierde en el aire. Así. O algo así
Y lo terrible es perdonar a esta gente. Abrirles la puerta otra vez. Dos veces...

La desconfianza. ¿Buenas intenciones? ¿Qué intenciones? ¿Hay intenciones de "algo"?

Y la locura y sentirse de nuevo la que fuiste en aquellos tiempos. Cuando nació esto de "estalla mi ego" , 
el mismo ego destruido después por la persona que lo llenaba. El amor...

Qué cosa de locos. Ya no sé si quiero eso o no quiero nada. Sé lo que no quiero, eso si. 

Y no quiero llorar más por ningún idiota ni llorar de tristeza, ni ponerme mal por algo que no pasó o por algo que si pasó, o discutir en la calle o a la salida de un boliche, o tener al lado una gárgola mentirosa y sin corazón. Que me vivan, que me quiten la energía en forma negativa (porque me encantaría quedarme sin energías por otras cosas, ja!), no quiero ser vigilada, ni perseguida. No quiero malos tratos ni escuchar palabras para lastimarme a propósito. No quiero más un Daniel en mi vida. Ni quiero un Matías.

Quiero paz. Quiero querer, si, pero quiero que me quieran también. Quiero respeto. Que me respeten. Pero sobre todo quiero poder ser yo. Quiero ser como soy y no joder a nadie ni que nadie se sienta jodido.

Tuvieron que pasar 5 años para saberlo. Mierda, no aprendemos, eh.

En definitiva, los años no vienen solos. Algo aprendí, me parece. La que importa soy yo esta vez.