miércoles, 3 de abril de 2013

La máscara

Yo ya te dejé tu libertad. Te conocí en Carnaval.
El destino está escrito, todo llega, tarde o temprano. 
Lo hechos se repiten. 
Vivís hoy el sueño de lo que no pasó y de lo que va a pasar. 
Yo te salvé. Yo ya te dejé tu libertad, y te devolví la vida. 
Los hechos se repiten, y ahora son como deberían haber sido. 
Esta vez no logré salvarte. 
Y buscabas saber qué es lo que te había pasado esa noche, 
y te encontraste con tu destino. 
Moriste a manos de un cuchillo en los bosques de Palermo. 
Caminaste por la alfombra roja del sueño, fuiste un héroe. 
Esta vez no logré salvarte, el sueño es real. 
El destino está escrito, todo llega, tarde o temprano.  

miércoles, 20 de febrero de 2013

Voy a hacer un colagge con las fotos de tus ojos

Mil veces le tomé fotos a los ojos. Mil pupilas diferentes, mil miradas. 
Prometí hacerte un collage con las fotos, agregarte árboles, colores, lágrimas de cocodrilo, blandeza. 
Quise hacerlo, puedo jurarlo, pero al ver las fotos veo que ya no amo esos ojos. Recuerdos, pensamientos, van, vienen. Van y vienen...
Arruino mi visión, arrugo las fotos y mis ojos. Las lágrimas de cocodrilo brotan de las líneas marcadas en el papel y también brotan de mis ojos, otra vez. Están duros, estáticos, opacos, pseudo cerrados, llorados. Muertos. En realidad nuestros ojos ya están muertos
Quisiera no ver más vida en los ojos. O al menos sólo verla en un par de ojos y en los de nadie más. Ni en los míos, ni en los verdes, ni en los marrones, ni en los miel. 
Sólo en sus ojitos extraterrestres, donde se refleja mi cara admirándolo, amándolo, cada día que pasa.
Esos ojos son los únicos por los que vale la pena hacer un collage. 
Mi collage viviente, amo tus ojos y cada centímetro de tu carne, de tu sangre, de tu pelo, de tus huesos y tu alma. 
Y ese es el alma que yo veo en tus ojos. Eso. Eso no sale en las fotos. 

martes, 29 de enero de 2013

No one's got it all

Tengo vida. 
Tengo salud. 
Tengo un hijo. Tengo amor.
Tengo vicios. 
Tengo pensamientos, tengo sentimientos. 
Tengo amigos. Tengo fuerza. 
Tengo belleza. Tengo inteligencia. 
Tengo familia. 
Tengo fortaleza. 
Tengo mucho y tengo poco. 
"Tengo todo por no querer más nada"
Pero ahora quiero todo lo que tengo para mí. 
No lo pienso compartir.

lunes, 21 de enero de 2013

El portazo

Se cierra la puerta en mi cara, y el aire me empuja pero no me caigo. El portazo me da equilibrio de una extraña manera, por alguna razón que quiero creer desconocer pero que en realidad conozco muy bien.
Necesitaba el portazo. Necesitaba lo brusco, la puerta cerrada de una buena vez, y tirarle la llave a algún felino guardián que corra lejos y no vuelva.
No quiero volver a pasar por la puerta, el clima cambia de un cuarto a otro, se vuelve frío, agotador, el río me pide remar con más fuerza, cada vez más, por el constante viento en contra, el amarillo del sol me ciega y es una agonía que parece eterna.
Pero ya la puerta está cerrada, y la llave, lejos. Camino hacia el lado opuesto buscando. Quizás otra llave que encontrar en otro camino, otra puerta para abrir, y que el paisaje esta vez no me haga llorar.

martes, 8 de enero de 2013

sinsentido

Ay, octubre, cómo dolés. 
Treinta y un días, lluvia, humedad asomando la cabeza, el calor, las noches de desmesura en lo considerado amor. 
Las pro-me-sas del penúltimo día, la posibilidad de no haberlas creído pero fracasar -como siempre-, y una carrera sinsentido
Correr, sin sentido.
Atrapaste-me, caí, creí, pensé, soñé, imaginé, idealicé, ideé, me ilusioné
En segundos. Tic, tac, tic, tac. Escuchaba y no podía reaccionar. Sus palabras obviamente desesperadas, y una mirada que no sabía lo que buscaba, se notaba 
tanto 
su nosaberquéhacer... 
(¿Y qué buscaba, en definitiva?)
Rompiste todo, octubre. 
Me rompiste o tra ve z. 

miércoles, 2 de enero de 2013

Pensar en nada, ¡ja!

Te dicen que no pienses en "eso", que trates de hacer cosas por y para vos, que no está mal ser egoísta algunas veces. Te dicen que te relajes, que lo tomes como una experiencia para haber aprendido "algo", que no pienses más. 
Pero yo me pregunto, ¿cómo no pensar? Todo el tiempo pensamos, las neuronas no dejan de hacer sinapsis ni cuando dormimos, porque sino dejaríamos de respirar. Todo el tiempo el motor bombea, la máquina funciona, arde el carbón, la lámpara siempre está encendida. Y no nos damos cuenta, pero es así. Lo sabemos porque lo estamos pensando. 
Pensar en nada no es posible, porque pensamos la nada en sí. "¿Cómo será? ¿Será un enorme espacio blanco? ¿Será un agujero negro? ¿Hay gravedad?". La nada, nada más lejos de ser "nada". Porque la nada está tan pensada que tiene y es todo. La nada es todo.
No paro de pensar. Y te maldigo, como si creyera que vaya a funcionar para pensar en nada. Como si odiarte y quererte al mismo tiempo no fuera la cosa más contradictoria que me pasa, y vuelvo a pensar. 
Todo. Nada. Todo.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Los años te hicieron tanto bien

Los años te hicieron tanto bien.
Esos labios que en otros tiempos se cansaron de besarme, intactos. Rosados, largos, se me antoja besarlos sin tu permiso y que me sigas el ritmo. 
Los ojos, tus ojos, rodeados de arruguitas cuando te reís, brillan. La miel verdosa que se escapa de ellos es dulzura pura. Lo felino de tus ojos, siempre me gustaron y siempre me van a gustar. Siempre fueron tu mejor atributo, y a veces no los puedo mirar. Tus pestañas larguísimas no me dejan.
Tu mirada sigue fuerte, y con los años se hizo más profunda, me atraviesa, me quema un poco, me lleva atrás, me lleva a tu cama, a esos pubs.
Tu pelo un poco canoso ya, el pelo que me gustaba despeinar cuando éramos todo pasión, tu pelo corto, con esas ondas que no se terminan de definir nunca... Ya un poco canoso, ¡te queda tan bien! 
Esa sonrisa, mordiéndote los labios como siempre, rodeada de líneas que te hacen parecer más sabio. Te quiero acariciar... No te acaricio. 
Tu cuerpo, las líneas que si supiera dibujar dibujaría para tenerte conmigo cuando yo quisiera. 
Los brazos, las piernas, el sexo. 
Sos como el vino: estás cada día mejor. Sos una persona feliz y se te nota. 
Mejor me callo, te hablo de estupideces, me hago la idiota (como siempre) y espero que vos empieces a buscarme, como siempre. 
Ya se me va a pasar.

martes, 25 de diciembre de 2012

Dos

Te cantaría un poema. Me encantarías con películas.
Me harías reír, cosa rara, cosa única. Te haría sentir.
Te contaría lo rota que estoy. Me darías un libro.
Me besarías con ganas y mucha pasión. Esperarías más.
Me sorprenderías con tu amor. No quisiera confundirme.
Me confundiría al fin. Sabías lo que hacías.
Me enamorarías. Sólo querría estar con vos.
Te diría que te amo, pero estoy rota. Lo decís vos primero.
Una canción me delataría, "te amo". Me amarías.
Somos uno para el otro. Somos dos, siempre.
Y esa barrera invisible que siempre existió de tu parte y de la mía fue lo que jamás nos permitiría ser uno.
Y todo termina yéndose a ese lugar donde existe y se repite el pasado y se repiten las historias.
¿Dónde vive el pasado, más que en mi piel y mi memoria, y en esas lágrimas que a veces me brotan al pensar en todo el trabajo que te tomaste para lastimarme?
No entiendo el fin de todo esto. Todavía no lo entiendo.
Sólo sé que siempre fuimos dos, caminando un tiempo a la par, hasta que uno o los dos, corrimos y nos detuvimos, a destiempo.
A veces duele. Todavía.

sábado, 15 de diciembre de 2012

Contame los lunares

Contame los lunares, de todos lados, uno a uno y como quieras. Besalos, tocalos y mordelos. 
Contame los lunares hasta que tus dedos se gasten, hasta que tus ojos ya no vean y hasta que tu boca ya no bese, hasta que tus manos enjevezcan, hasta que mi piel se arrugue, hasta que se nos sequen las lenguas. 
Yo te cuento que te los cuento en silencio y deja de ser un secreto. Con vos ya no hay secretos. ¿Cómo podría haberlos?
No pares nunca de contarlos, y cuando te canses, descansá en mi pecho y dormite, yo te cuido. 
Nunca apagues los lunares que me contás. 
Y encontrame siempre uno nuevo, y no vas a poder parar.