miércoles, 23 de mayo de 2012

Crónicas de un otoño individual - 04

Y cuando vuelva a ser lunes y yo tenga ojeras violetas, podrías adivinar pero no acertarías. 
Y será domingo un miércoles y toda la semana. No lo entenderías. 
Llorar el vino, no tener semillas. Los días pasan y mis ojos se vuelven uvas. 
De tanto llorar, los volvimos pasas. Te espero. Siempre espero más. 
Y será lunes, y mis ojeras serán violetas, y es que me arranqué las pasas de uvas que dejaste hace más de un año, pero se volvieron manchas, y las manchas de vino no salen con nada. 
Son mi tatuaje de vos, ese que tanto me pedías. 
Ya no sale con na-da. 


sábado, 19 de mayo de 2012

Crónicas de un otoño individual - 03

La luz se iba. Ya no había calor. Estaba todo cerrado.
Alguien se acordó de cambiar la lamparita y le puso una nueva. El pecho se le llenó, se le abrió la mente, se le abrió el corazón. Está tibio.
Las almendras cumplen lo que prometen.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Crónicas de un otoño individual - 02

Llegó la hora: no más otoño individual.
Llegar al sol siendo de noche, pero viendo esos circulitos de luz
que se ven en los mediodías de verano.
Aureolas amarillas-transparente. Como los ojos entrecerrados.

Verano compartido, en realidad. Un rato.
No más otoño individual.
Sensación de sauna, la piel pegajosa.
No se entiende lo que digo.
Te escucho respirar(me).

                                                                                                                                 -Hace calor en nosotros-

martes, 15 de mayo de 2012

Crónicas de un otoño individual - 01

Me enamoro más seguido 
y no da. 
Me enamoro por los ojos, 
me enamoro por la voz
y me enamoro por los gestos

-y por enamorarme-


Miel, siempre el patrón. 
Círculos dentro de círculos
que no terminan más
porque no son círculos, sino
es pi  r a   l

y me hipnotizan. 

Dejo de soñar pero no. 
Duermo sola. 
Soñando con ojos, otra vez con ojos. 
Soñando que me lees y me cantás. 
[Tu voz es como una canción]
Vos, que no sé quién sos. 
Pero estás igual.

En otoño me enamoro más. 
Y  n o   d a.