sábado, 19 de mayo de 2012

Crónicas de un otoño individual - 03

La luz se iba. Ya no había calor. Estaba todo cerrado.
Alguien se acordó de cambiar la lamparita y le puso una nueva. El pecho se le llenó, se le abrió la mente, se le abrió el corazón. Está tibio.
Las almendras cumplen lo que prometen.

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