viernes, 7 de octubre de 2011

Light my fire

Me inspirás. Debe ser tu voz. No, no. Tu olor. Tampoco. Debe ser cómo te movés al hablar, o esa sonrisa pícara cuando algo te causa gracia. Debe ser tu mirada cristalizada después de fumar, o la fragilidad de tus besos en mis besos. Debe ser esa histeria que te destaca o esa dureza de cabeza peor que la mía. O que toques la guitarra y algo no te salga. O la manera de mover los pies al escuchar música. Debe ser tu forma, tu figura. No, no es. Tu boca... Tu boca se acerca, pero tampoco es. El calor que emanas cuando hacemos como que me amás y el color de tu piel y tus ojos cerrados cuando te dejo entrar. Tu velocidad, tu pecho. La risa nerviosa ante la torpeza. Que a veces seas desconsiderado. O que me escuches y me dejes llorar y no me digas NADA, o me des la razón. Que me entiendas. Cuando me acaricias. Cuando patea y lo sentís. Que calles. Que duermas. 

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