domingo, 2 de octubre de 2011

No voy a arreglar tus huesos rotos (23/06/2011)


Si no fuera por el karma no estaría tan tranquila. Todo llega. 
Si le fallaste a tu amigo, un amigo te va a fallar a vos. Si heriste a alguien adrede, te van a herir a vos. Si embarazaste a alguien y te borraste, a alguien que amas muchísimo le van a hacer lo mismo y vas a vivir ese dolor que se agranda y se achica en tu propio pecho. Si fuiste un traidor y lo seguis siendo, te van a traicionar feo a vos y lo que sufras va a ser mayor o similar a lo que sintió el otro. 
Todo llega, todo vuelve. Yo me siento a esperar ver caer a esa gente. No deseando que caigan, simplemente esperando. Todo vuelve.
Lo único que espero es que lo bueno me llegue pronto. 
Las veces que defendí a mis amigos, y lo que ellos me defienden hoy a mi (aunque no sean los mismos amigos que defendí yo en su momento), eso es bueno. La preocupación por el bienestar del otro, los buenos deseos, la buena onda, las alegrías que sentí por otros. Lo que sufrí viendo a otros sufrir. 
Una vez más me la jugué y perdí. Cuando algo se rompe, se rompió y no hay vuelta atrás. En la vida, en el amor, en la amistad y hasta en la familia. Y en los que considerábamos familia, aunque no lo fueran. 
No se puede confiar en mucha gente hoy en día. Los que ayer te eran incondicionales, hoy son unos cagones que no se la juegan por nadie, egoístas, no quieren problemas (porque ahora les parecés un problema)
En definitiva, por mi te podés tirar a un pozo, es tu puta decisión. Después no vengas a llorarme porque te rompiste la pierna, porque así como vos no estuviste, yo tampoco voy a estar para limpiar mocos ajenos ni arreglar tus huesos rotos. 
Sé feliz, si podés. Tu conciencia se va a encargar de todo, ya no me preocupo. 

(Pre-blog)

No hay comentarios: