viernes, 22 de junio de 2012

Sonrisas fugitivas










 La ropa que cae tiene la suavidad de esa noche, cae la lluvia tibia del agua en el pelo, en la cara, en la espalda, y el vapor perfuma todo. Por un instante, vuelvo.
Cierro los ojos: me acuerdo. Se me escapa una sonrisa, y también las canciones.
Verme los brazos por primera vez desde entonces. Notar que esta vez tengo marcas moradas. También las piernas, que tiemblan un poco. Estoy destrozada. Pero sonrío más. 
Sentir la espalda relajada. Se me escapa otra sonrisa. 
La sorpresa fucsia y negra de la noche, y la otra también. Vuelvo a tener los ojos cerrados.
No puedo dejar de sonreír. Desde acá, te doy las gracias.


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