jueves, 4 de octubre de 2012

Autodestrucción en cuotas

Ser sano, estar enfermo. ¿Y a vos qué te importa? 
La única cosa totalmente libre que podemos hacer, es elegir cuando y cómo morir. Todo lo demás se nos impone mediante decisiones que vivir nos obliga a tomar. ¿Y quién eligió vivir? 
Pequeños actos suicidas, como fumar, tomar, no comer, cruzar en rojo, enamorarse, snifar. Autodestrucción en cuotas, buscar morir pero sin el coraje que necesita el hacerlo. 
Sobredosis de pastillas para dormir mezcladas con alcohol, cortarse (bien) las venas, ponerse la soga al cuello y patear el banquito, pegarse un tiro en la sien, tirarse a la vereda desde una altura imponente, saltar a las vias, dejarse estar. Acciones suicidas, merecen mi elogio por el valor que conllevan.
Y en definitiva, ¿dónde está el sentido de todo? 
Autodestrucción en cuotas. Estamos en el borde. Y somos unos cobardes, eso somos. 
Porque en definitiva la cura para el dolor es la muerte, el camino fácil, lo simple. Vivir con dolor y superarlo y poder seguir viviendo es el desafío. ¿Pero para qué vivir? 
Yo te entiendo, quiero que lo sepas.

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