lunes, 26 de noviembre de 2012

El sueño

Era verano y estábamos en la playa. Mis ojos son como una cámara que filmaba todo lo que pasaba.
Jugamos, nos reímos y el sol me empezó a quemar la piel. Entonces fuimos a la orilla del mar los tres, lo mirábamos, sentimos el viento. Yo tenía deseos de entrar.
Y fue entonces cuando te lo dí. Mi amor, mi único tesoro, mis ganas de vivir, lo que me mantiene de pie. Vos lo tenías a él. Y empecé a caminar al horizonte marino hasta que el agua llegó a una altura en la que podía nadar. Miré atrás, los dos me saludaban con las manos, sonreí tranquila y me puse a bracear. Y mientras más lejos llegaba nadando, más libre me sentía, y entonces mi cuerpo empezó a cambiar y yo me fui convirtiendo en pez. Y le pertenecí al mar.
Me desperté, te lo conté y no paré de llorar.

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