domingo, 11 de noviembre de 2012

Hablar

Podré tener dos millones de defectos, de todo tipo. No soy hermosa y ni siquiera simpática, no tengo una mente brillante ni soy tan buena en la cama.
Pero mis decisiones siempre son mi eje. Saber cuál es el siguiente paso, pensar, planear, idealizar. Siempre estoy segura cuando decido, aunque más de una vez me haya equivocado mal.
No pretendo más que un poco de decisión en los otros, sostener lo que se promete casi llorando y después de haber perdido poder y haberse arrodillado. Pero son tan cagones y faltos de huevos, que no.
Purgar el dolor de alguna manera. La música ya no sirve, escribir y leer, tampoco. Las drogas no son una opción. No queda otra que empezar a hablar para liberar los monstruos y las princesas que coexisten en mí. Hablar para llorar. Hablar para pensar. Hablar para decidir mejor. Hablar para equivocarme, pero menos.
Hablar para soltarlos, a todos esos que son yo y que me hicieron lo que soy. Hablar.

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